Cuidemos nuestra Salud dental (por Diego Santoro)
Nos vamos
a centrar en patologías deportivas crónicas en las que, antes de
comenzar el tratamiento rehabilitador, hay que descartar problemas de
caries.
Las
caries son perforaciones en los dientes que pueden llegar al sistema
circulatorio (las encías están altamente vascularizadas) ofreciendo una forma
de diseminación rápida de gérmenes patógenos hacia todo el organismo.
Las dos patologías deportivas más sensibles a este problema dentario son la tendinitis
y las roturas de fibras: ¿Por qué?
La tendinitis es
una inflamación del tendón que requiere para su solución un reequilibrio
en el metabolismo del tejido gracias al aporte sanguíneo de nutrientes y a
la evacuación de sustancias de deshecho (originadas durante la inflamación).
Si existe
un foco de infección en la boca que se traslada por el corriente
sanguíneo, quizá no llegue a dar fiebre (como otras infecciones más severas)
pero puede afectar a la resolución de esta lesión o impedir su recuperación total.
En el
caso de las roturas de fibras, la necesidad de una circulación sanguínea
correcta también es alta, por lo que su sensibilidad a las infecciones
originadas en las caries también lo será.
Cuando se
produce la rotura, se debe generar un “callo” o cicatriz para que se
solucione y éste será más eficaz cuanto mejor sea el aporte de nutrientes
y la ausencia de gérmenes y sustancias tóxicas.
Si el proceso
de cicatrización se entorpece por microorganismos provenientes de las
caries, se forman pequeñas bolsas de infección que impiden una
recuperación correcta y facilitan una nueva rotura de fibras posterior.
Acude a
las revisiones del odontólogo. No solamente hay que solucionar el problema
cuando duele la boca, sino que hay que prevenir la salud de la misma.

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