Contracturas Musculares (por Diego Santoro)
Una contractura
muscular es, tal y como su nombre indica, una contracción continuada e involuntaria del músculo o
algunas de sus fibras que
aparece al realizar un esfuerzo. Se manifiesta como un abultamiento de la zona,
que implica dolor y alteración del normal funcionamiento del músculo.
Suele aparecer cuando
dicho músculo realiza una actividad inapropiada en intensidad o en función. Así, cuando en el
gimnasio cogemos más peso del debido pueden aparecer contracturas. O cuando sin
coger tanto peso, realizamos un esfuerzo mantenido en el tiempo, como es el
caso de una mala colocación en la bici de spinning.
Las contraturas pueden
aparecer en el momento en el que estamos realizando el ejercicio o después. Las primeras se
producen porque hay una acumulación de los metabolitos, que provocan dolor e
inflamación, al no haber una suficiente irrigación sanguínea que depure la
zona. Las segundas se deben a la fatiga excesiva de las fibras, que al acabar
el ejercicio ven disminuida su capacidad de relajación.
Lo primero que hay que
hacer para tratar una contractura es prevenirla, y para ello que
mejor que realizar un buen calentamiento para preparar al músculo antes
del esfuerzo. Una programación progresiva en intensidad de las cargas también
ayudará, de menos a más es el principio de intensidad. Un buen trabajo de flexibilidad también las evita al mejorar la
distensión del músculo y facilitar la recuperación del músculo tras el
entrenamiento.
No es conveniente
tratar una contractura por sí mismo con masajes inapropiados o fármacos
aconsejados, lo mejor es ir al médico o fisioterapeuta para que vea de qué tipo
de contractura se trata y cuál es el mejor método para su tratamiento.
Miorelajantes y
antiinflamatorios: ciertos fármacos logran relajar la musculatura y reducir
la contracción. Se suelen utilizar sobre todo en los casos en los que el dolor
es muy acusado. Siempre deben de estar prescritos por tú médico
Calor local: suele ser muy útil
al conseguir un efecto relajante y analgésico.
Masajes: El
masaje provocará un aumento del flujo sanguíneo que mejora la recuperación de
tejidos y limpieza de metabolitos además de propiciar una relajación del
músculo, reduciendo la tensión y por tanto el dolor.
Los estiramientos y la
actividad ligera en el agua son aconsejables trás
la fase aguda de la contracción
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