Prueba de Esfuerzo (por Diego Santoro)
Estas pruebas, que no son
más que test físicos estandarizados, nos van a dar mucha información útil para
nuestro entrenamiento y para saber cuál es nuestro nivel físico.
Si tenes ya una cierta
trayectoria deportiva ó si queres ponerte a entrenar en serio, yo te recomendaría
hacerte una prueba de esfuerzo. Vas a sacar datos y conclusiones muy
valiosas y podrás planificar mejor tus entrenamientos.
¿Qué es una prueba de esfuerzo?
Es un procedimiento para
valorar la condición física del deportista, donde se le lleva a realizar un
esfuerzo considerable. Aunque hay varios tipos de pruebas de esfuerzo, una de
las más utilizadas es un test progresivo En la cinta de correr o en bici estática, para
entendernos.
En esta prueba, comenzamos
corriendo o pedaleando a un ritmo cómodo y cada minuto se subirá un
peldaño de intensidad, llegando un momento en el que no podamos seguir la
prueba debido al agotamiento. No son pruebas de mucha duración, en unos 15
minutos habremos acabado.
Para obtener los datos
útiles de la prueba, se hace un electrocardiograma y un análisis de gases,
así podremos posteriormente analizar a qué velocidad ocurren cambios
significativos en nuestro corazón o cómo varía el consumo de oxígeno y dióxido
de carbono durante la prueba.
El primero y más
importante, descartar que haya algún problema que nos impida seguir
entrenando. Las pruebas de esfuerzo son realizadas por médicos deportivos,
ellos analizarán los resultados y el comportamiento de nuestro corazón y podrán
ver si hay algo que falla.
Una vez descartado
cualquier problema, en una prueba de esfuerzo vamos a sacar muchos datos
útiles para la planificación de nuestro entrenamiento, como por ejemplo:
- Frecuencia cardíaca máxima: una cosa es nuestra frecuencia cardíaca máxima teórica y otra la práctica, que es la que vamos a obtener en esta prueba. Con este dato podemos calcular en % de pulsaciones las cargas del entrenamiento o saber a qué velocidad de carrera alcanzaremos el límite de nuestro corazón..
- VO2max: es el consumo máximo de oxígeno que nuestro cuerpo puede procesar. A mayor volumen, mayor resistencia, ya que podemos obtener más energía en los procesos de quema de hidratos de carbono y grasas. Este dato nos será útil para saber cuál es nuestro nivel de resistencia.
- Umbral aeróbico (VT1): podremos ver con cuántas pulsaciones y a qué velocidad estamos utilizando de forma mayoritaria el metabolismo aeróbico. Esto nos servirá para establecer la intensidad de nuestros rodajes en los entrenamientos, esa velocidad con la que nos sentimos cómodos entrenando y con la que podemos aguantar mucho tiempo. Entrenar por debajo de este umbral no nos proporcionará muchos beneficios a nivel de rendimiento.
- Umbral anaeróbico (VT2): podemos decir que es el punto de transición entre el uso mayoritario del metabolismo aeróbico y anaeróbico. Ese punto en el cual empezamos a acumular más fatiga y ácido láctico. Sabiendo las pulsaciones y velocidad de nuestro umbral anaeróbico, podemos hacer una aproximación sobre a qué velocidad máxima podemos correr sin acumular fatiga. También nos servirá este dato para calcular la velocidad de las series en el entrenamiento.
Si estás pensando en
mejorar tu rendimiento o te has planteado un reto tipo Maratón o Ironman,
sin duda, te recomiendo que te hagas una prueba de esfuerzo, te dará una visión
muy real de cuál es tu punto de partida y de cómo debes entrenar.
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