Runners Viajeros: Juan Martinez y su Calchaqui Trail
Correr siempre
te lleva de viaje. De la forma más literal, trasladándote hacia otras ciudades
para correr alguna carrera, pero también de maneras sólo perceptibles para uno
mismo: corriendo visitas rincones poco concurridos de tu cabeza, abrís puertas
y ventanas que llevaban tiempo cerradas, y también podés viajar en el tiempo,
revisitando y resignificando aspectos y lugares del pasado.
Correr es algo
que me llegó después de haberme ido de Salta. Ya en Buenos Aires, la curiosidad
por una movida creciente me sedujo y todavía hoy me mantiene entretenido. Por
eso, fue especial esta vez hacer el viaje inverso, para debutar como corredor
en mi provincia y conocer la Calchaquí Trail, una hermosa carrera que acaba de
tener su segunda edición en la ciudad de Cafayate.
Ubicada
doscientos kilómetros al sur de la ciudad de Salta, Cafayate es una ciudad de
vinos, con muchas bodegas y viñedos alrededor, y el orgullo de ser la cuna de
una variedad de vino: el torrontés. Durante el verano hay muchos turistas,
especialmente en febrero por la Serenata a Cafayate, un festival folklórico que
hace explotar al lugar.
En la plaza
central de la ciudad, donde más de una vez dormí borracheras en épocas de la
Serenata, esta vez el clima era diferente. Los vasos sólo tenían bebidas isotónicas
y agua, y la fiesta no era musical sino deportiva. Cerca de seiscientos
corredores disfrutaron las cuatro distancias que propuso Calchaquí Trail: 5,
15, 35 y 65 kilómetros.
La organización
fue netamente local y estuvo a cargo del KAS, el primer running team salteño.
Su fundadora Natalia Suppa, también es una salteña que nació como corredora
mientras vivió en Buenos Aires. En busca de más contacto con su familia, se
volvió a Salta y decidió iniciar ella misma la movida del running local, que
estaba dispersa y sin fuerza.
El recorrido de
la carrera permitió pasar por muchos tipos diferentes de terreno, arrancando
por un par de cuadras de cemento dentro de la ciudad para inmediatamente entrar
en el lecho arenoso del río Chuscha, que está seco a esta altura del año. Luego
alternaron tramos áridos, con tierra seca y piedras sueltas, y tramos más
silvestres, al lado de arroyos y con muchos árboles y vegetación. También hubo
espacio para pasar por el medio de viñedos de distintas bodegas. Uno de los
corredores de la prueba de 15k, Marcelo Córdova, es el dueño de la bodega
Vasija Secreta, por donde pasaron quienes se animaron a los 35 kilómetros.
El norte
salteño, instaladísimo como destino turístico, está bastante relegado en el
calendario de carreras, pero esta es una excelente opción para darse la
oportunidad de conocerlo de una manera distinta. Fue una experiencia nueva
incluso para quienes ya fuimos muchas veces al lugar, pero de civiles y no como
corredores.
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